martes, 16 de enero de 2018

Clarividente



                                                              
Erase una vez
un individuo
de casta
y fina estirpe....
también
erase una vez
un mundo hambriento
de sueños y humanidad.

A pesar de ser uno
era mucho
lo que entre ambos
se interponía
habitándose a pedazos
aun creían
que podían tener
un poco de todo
y de todos.

Asumieron
que lo vivido
eso que ya conocían
comenzó a partir de ellos....
 muy hacia afuera
decían
haberse encontrado
con Dios
y que hasta le entendían.

A pesar de ello
no podíamos mirarle
ni permitir
mucho menos
que hurgara
en nuestra mirada
pues en esa jungla existencial
eran muchas
las bestias
que podían salir
y así perderíamos
nuestra ventaja competitiva
esa suerte de misterio....
misticismo pendejo
que creamos
y creemos
que no nos deja
ni a sol
ni a sombra.

Vanalmente pensamos
que Dios nos pertenecía
con todo su tiempo perfecto
sin aceptar
que parte de ese encanto
escapa de nosotros
cosa que no necesariamente
es para entenderla
sino para vivirla.

Eso
no amerita entendimiento
paciencia....quizás
 en esta realidad
en esta vorágine
en la que incluso
podemos pensar
o jugar a ser dioses
es solo una mínima parte
de una gran construcción
universal
 colectiva
e infinita....

Por eso
 es importante
el estado de gracia
y de gracias
con esto
 tendríamos suficiente
para iniciar a través
de los ojos del otro
 el viaje de vuelta
hacia nuestra propia jungla
así no nos asustaríamos
 de reencontrarnos
con nosotros mismos.







Ashram

  Cabeza (1982) Basquiat     Pedí al universo transformación   me vomitó hacia la realidad esta existencia mia.   Pedí luz...