viernes, 18 de abril de 2014

Alcaraván





Al Gabo…Eternamente agradecida.


Partió de la ciudad sin saber exactamente lo que le esperaba, kilómetros y kilómetros recorrió para retornar al punto de partida…Pero era el final, así que había que hacer el mejor esfuerzo.

Sintió que el alma se le iba una vez mas pero la obligó a quedarse, aun no era tiempo y faltaba camino por recorrer. Cuando pensaba en que era mucho el trayecto, llegó por fin el vapor; brotaba el calor y la muchedumbre  de la nada en aquel pueblo, en aquel río del que nadie regresaba; una voz los detuvo. Nadie,  ni siquiera él,  noto la bandera del barco, era del color del cólera, levantó la vista y vio  a una mujer que lo saludaba cariñosamente, le respondió, pero no pudo reconocerla.

Ya no había prisa, así que esperó largo rato el próximo barco, que le hizo llegar  junto con  la lluvia, por lo que tuvo que agarrar el camino del cementerio, el más seco para ese entonces…Allí vio el entierro de la Mamá Grande; Se detuvo por respeto a la matriarca más grande de aquellas tierras. Luego en la venta del hebreo moisés paró a refrescarse, desde allí se deleitó observando la plaza, los almendrones, la  iglesia y sus formas añejas… allí en  donde dicen hay una niña enterrada de largos cabellos rojos, maldita por haber conocido el amor. Al otro lado de la plaza pudo ver que  iba el coronel a la pelea de gallo, optimista… como siempre.

Unas cuantas lloronas regresaban del entierro, él decidió partir, sin saber a dónde…caminaría por ahí buscando lo que no se le perdió, fabricando recuerdos, en su camino encontró al gitano y recordó aquella valiosa lección: “todas las cosas tienen vida propia, sólo que hay que saber buscarla”, al mirarlo no pudo evitar abrazarlo.
 -“Has venido por tus pasos” - le dijo.
Un par de lágrimas lo sorprendieron, a lo que el gitano añadió:
 - Te advierto que en este puto pueblo La gente  ha olvidado convenientemente….sus nombres….todo ¡Nadie se salvó!
-Nisiquiera cándida, la que le quemó la casa a la abuela…se fueron los recuerdos junto con los alcaravanes…Pero tú sigue… Te están esperando.

Continuó la marcha, a  lo lejos vio la casa, la entrada estaba adornada con enredaderas, sus desgastados colores de siglos no le quitaban la majestuosidad, era la casa del patriarca. Entró con miedo, pero la tranquilidad lo invadió, cuando notó que a medida que se acercaba a la mesa iluminada las caras eran familiares…desconocía sus nombres, pero la luz  le hizo recordar por qué estaba allí…

En una de las habitaciones del patio se asomó Isabel, quien se asustaba fácilmente desde que vio llover el invierno pasado. Úrsula lo invitó a sentarse y le ofreció un tinto cargado, Santiago Nassar en su traje blanco de paño le ofreció ron y dijo:
-¡Agarre!....hay que celebrar la venida del obispo!
En eso…escuchó cantar los alcaravanes, los cuales  regresaron junto con él, en la mesa  había otro hombre, era José Arcadio, quien, estrechó su mano y sonriente le dijo:

- Desde hace tiempo te esperábamos ¡Bienvenido a este pueblo sin memoria!…al que usted llama Macondo.



jueves, 10 de abril de 2014

**Ixchel

A Nualmys y Frijolito ...


Al fin entendí
que cada cicatriz
tiene su arte
y definitivamente,
algo de historia;
por eso
me es difícil imaginar
cómo desarmar esta pared,
 construir un camino…
y encontrar una nueva manera
de amar, sentir y vivir
sin resentimientos  con el  pasado
después de haberme sentido tan sola.

Hago las paces
declaro una nueva  amnistía
como homenaje
a mi  misma,
sin condiciones
sin preguntas,
perdonar…
que como acto humano
es difícil,
no por parecer débil
sino por el temor
que da ver al mundo
como algo nuevo.

Eres “eso” que me impulsa hacia el mañana
a pesar de la injusticia
a pesar del futuro
te prometo mi mejor esfuerzo
y una cuna de oro
¡Dios te bendiga!.



**(Ixchel :diosa Maya de la fecundidad)

Ashram

  Cabeza (1982) Basquiat     Pedí al universo transformación   me vomitó hacia la realidad esta existencia mia.   Pedí luz...