La cola detrás del
muerto,
muerto …
aunque viviendo
buscó la
inmortalidad…
inmortalidad, ilusión
y prepotencia
la vida no le alcanzó.
Le fueron vendidos
sueños de pantalla a
las nueve,
“pantalla” …
vida clandestina
y vicios de mercado,
mercado…
al que todos los días
iba la mujer,
mujer …
que aguantó hasta el
final,
final …
que no supuso,
supuso…
algo mas,
mas…
como por ejemplo
una caricia de vez en
cuando
cuando llegó… era muy
tarde,
tarde…
para ver
el tiempo
transcurrido,
transcurrido…
entre “otras”,
comida, y alcohol,
alcohol …
con el que borra hoy
la tinta del espejo,
espejo…
en el que no quería
verse,
verse… tan pálida,
marchita.
Pálida y detrás
de su marido,
como siempre,
mortal
sufrido
reducido…
no mas cuentos
ni novelas de las
nueve.
Pensativa
Con lo que mañana
comprará:
sólo para uno
eso es lo que queda
y nada mas…
ami, me encanta el efecto que haces. se puede sentir el eco lo melancólico de cada una de tus palabras
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