Esta no es la hora de la
penumbra
sino de la plena
iluminación
con mas de 30º cualquiera se
vuelve filósofo
y cuestiona las
múltiples maneras
de hacer
mantenimiento al tejido eléctrico
sin tener que
suspender el servicio,
pero antes de llegar
a creerse técnico de
la compañía de luz
pareciera que la
existencia se colmara de vacío ante el silencio.
Uno se pregunta: ¿Cuándo
llegará la corriente?...
El reloj allí
justo al lado de la
victima
tirada en el suelo
no sé si es el calor
o la premura
los que hacen
que la noción de
tiempo
y espacio cambien…
contrariada,
acalorada
encerrada, aburrida,
pienso en Huxley
e imagino “las
puertas”
que se abren,
no percibo mas allá
de la música en la ventana,
abro los ojos y veo
al elefante de piedra
absorto en el
infinito
perdido, danzando al
son de la brisa...
yo, mientras tanto
me siento cargada por
la tierra
y en un momento
ya no pienso en la
compañía de luz
sino en la hora
y me pregunto… ¿qué
es el tiempo?
Dentro de mí
lo imagino como una
especie de
pariente lejano del
agua:
inoloro, incoloro,
insaboro
más sabes que ambos
están
una vez que los
siente haciendo efecto
sobre tu piel.
Una vez mas invoco a
Huxley a esta hora
e imagino su infinita
visión de la lluvia
no me mojo, para mí
desgracia
pero mientras
transcurría
aquella visión
fantasmal del rocío sobre mí
nunca falta alguien
Que rasga el silencio
misterioso
de las noches sin corriente
lanzando el clásico alarido: ¡Llego la
luz!
este ya lo leí, me gusta mucho.
ResponderEliminarGracias por pasar por aquí!....este es uno de los más antiguos, en el momento en el que decidas escribir algo podemos colocarlo acá.
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