I
Él ha ido a perderse
en busca de quimeras:
le han ofrecido el
paraíso,
ahora,
es una nueva versión
de sí mismo.
II
Yo
pobre,
pecadora,
cobarde de oficio,
mundana y mortal
no sé cómo ganarme la
eternidad...
pero la única pista para ello
comienza
contigo,
no hay ángeles
ni
demonios que apedrear
sólo existe una
victima más
de una mirada en lo
profundo
que yace al otro
extremo
sin más decoro
que su propia poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario